jueves, 3 de julio de 2008

Las torres de refrigeración y el efecto invernadero

Los equipos de refrigeración evaporativa contribuyen activamente a la reducción de emisiones de efecto invernadero.

Esto es así porque con esta tecnología la condensación de las instalaciones frigoríficas y de las de aire acondicionado se realiza a una temperatura adecuada para que la presión en el sector de alta del circuito frigorífico sea muy inferior y, por consiguiente, disminuye el riesgo de fugas de refrigerante y el impacto potencial directo. Por otra parte, al disminuir la temperatura de condensación, el consumo de la energía eléctrica necesaria para hacer funcionar una máquina frigorífica, con idénticas prestaciones que la condensada por aire, puede reducirse del 20 al 80 por ciento, e incluso más.

Además, como se necesita aproximadamente una cuarta parte de aire, en comparación con un equipo de enfriamiento por aire, el consumo de energía de motores de ventiladores es muy inferior.

Resulta evidente que al producirse un menor consumo de energía también es menor el efecto invernadero indirecto producido por la central térmica encargada de generar dicha energía. En consecuencia, con estos equipos se consigue un coste menor por derechos de emisión de CO2. Téngase en cuenta que 1 kWh de energía eléctrica consumida procedente de centrales térmicas puede suponer, si se utiliza carbón, cerca de 1Kg de CO2 emitido a la atmósfera; En el caso de una central de ciclo combinado producir 1 kWh serían 0,4 Kg de CO2 emitidos a la atmósfera.

Por último, se producen menos pérdidas energéticas en el transporte de esa menor energía necesaria desde la central generadora hasta el punto de consumo.

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